Liderazgo – Combinar Voces
Continuando con el tema de Liderazgo, hoy escribo sobre el cómo detectar a un líder auténtico, el que no busque sus 10 minutos de fama, sino realmente aquél que quiera trascender al modelar conciencia, encontrar el camino y alinear y facultar a las personas para seguir en él.
En efecto, es básico que un líder actúe, además, con conciencia, visión, disciplina y pasión. Y por supuesto, trabajar en la empatía, en las relaciones de confianza.
Esta confianza es vital e imprescindible en el liderazgo. Un ejemplo muy claro es cuando el líder tiene que dirigir a un equipo conformado por personas exitosas, pero con habilidades diferentes.
Por supuesto, es un gran reto, y sólo algunos líderes tienen resultado de excelencia. Un gran apoyo y guía es el concepto que Stephen R. Covey nos planteó en su texto “El 8º. Hábito. De la efectividad a la Grandeza”: combinar voces.
Como Coach en Estrategias de Negocios he sido muy afortunada, ya que he participado en este proceso… y no es nada fácil.
Mi cliente, una empresa creada y dirigida por dos profesionistas exitosos y emprendedores, en crecimiento constante, presentaba situaciones tensas y retraso en la toma de decisiones. Necesitaban de forma urgente volver a su estrategia de éxito. Al momento de incorporarme al proyecto, existía un gran desconcierto. Una voz era líder en finanzas y operaciones y su socio era el líder en tecnología y comercialización. Pero cada voz, en ese entonces, marcaba su propio ritmo.
Mi objetivo era lograr el concierto armónico y absoluto de estas dos grandes voces, sin que ninguno de ellos perdiera sus habilidades y estrategias. El combinar voces implicó todo un proceso, y su compromiso absoluto a él, iniciando en descubrir y definir el estilo de cada una de ellas, para poder expresar el talento, con pasión y así lograr influenciar a los demás con inspiración y confianza.
El combinar voces significa tener una misma visión y lograr una sinergia en las estrategias y estilos, es llegar al respeto y reconocimiento de las habilidades del otro, escuchando, analizando y ver con empatía sus propuestas o ideas. Es respetar el ritmo de cada uno de los integrantes. Y aplicar los cambios en el momento correcto para la misión, no para el ejecutante.
Lo que aquí tuve que aplicar es el principio de ganar/ganar, con una actitud de buscar una tercera alternativa como idea o principio de respeto y beneficio mutuo.
El secreto para llegar a este punto es conocer la propia capacidad de vulnerabilidad, para permitirse mostrarse flexible y abierto a las propuestas.
Es básico mostrarse receptivo y escuchar; con esto llegamos a los cimientos de alternativas diferentes.
El trabajo más importante que debe realizarse implica comunicación que conduzca a la comprensión mutua. No existe una única manera de interpretar algo; cuanto más implicado esté el ego en su percepción, más rígida se volverá la mente y más bloquea las respuesta; hay que comprender el sentido, y aceptar las habilidades de los demás.
Con esto queda muy claro: cada voz es única, asombrosa, extraordinaria. Y diferente. Un liderazgo exitoso y portentoso, se alcanza combinando a la estrategia una o varias voces, siguiendo un ritmo. Y este ritmo es vibrante, armónico y ejecuta… ¡un gran concierto!