Estrategia de Contrarios
La diferencia de marcas, servicios y empresas exitosos es aquella en donde además de tener perfectamente definido su plan estratégico y estructurado la forma de tomar los riesgos es de manera proactiva y su estrategia surge de un análisis básico.
Este concepto es el que defino como “estrategia de contrarios”
El posicionamiento y éxito implica un trabajo constante, y para poder realizarlo con efectividad debemos de iniciar con la identificación de los competidores o contras. Debemos de aprender a conocerlos mediante los signos, acciones o patrones de comportamiento que indican agresividad y empuje, que crucen lo común y sean creativos. Entonces, una vez que los tenemos en la mira, debemos de diseñar un plan de acción, con esto, logramos obtener nuestro propósito y dirección hacia él.
Este plan de acción, además de llevarnos a nuestro objetivo, nos debe de ayudar a superar al contrario, saber cómo y cuándo hacerlo. Pero lo más importante es aplicarlo en nosotros mismos: nuestra empresa, marca o producto.
Nuestro entorno es el punto de partida de toda estrategia; una empresa con ideas basadas en emociones, ancladas en el pasado, no pueden ser claras y efectivas, y siempre serán erradas en sus resultados; cuando muy “exitosas” en apariencia, nos conservarán a flote, con gran desgaste de capital, esfuerzos y costos de personal.
De esta forma el buen líder o estratega debe de iniciar por sí mismo, y en su propia casa… pero no se debe de presuponer pérdida de tiempo para el enfrentamiento y el plan de acción
El problema radica en el exceso de confianza y seguridad en nuestra operación o modo de llevar las cosas: “hemos llegado con éxito a través de los años utilizando esta forma, por lo que no es necesario probar nuevos”.
Pero si queremos llegar a la excelencia, y ser verdaderos estrategas, debemos de dar 3 pasos importantes:
- Tomar conciencia de nuestros puntos débiles e ideas o costumbres que puedan sabotear las facultades estratégicas,
- Vernos a nosotros mismos como “contrarios”, esto es, para avanzar debemos de conocernos y saber qué es lo que nos obstaculiza,
- Estar en continuo auto análisis y conocimiento para aplicar nuestro plan de acción siempre primero hacia nuestro interior, utilizando las estrategias correctas para la motivación, empuje y la toma de riesgos o cambios exitosos.
Estos pasos nos permitirán conocer los desórdenes o malos hábitos gerenciales, administrativos, de producción o de operación de nuestros procesos; y nos llevarán a diseñar estrategias correctas para impulsarnos. Con esto, además de crear un ambiente de éxito, nos permitirán la autocorrección en todas las acciones, y nos llevarán a estar siempre listos para nuestra estrategia de contrarios.
Al iniciar con nuestro propio entorno, nos da la práctica y la experiencia para saber qué buscar y qué hacer con nuestra competencia. Conocemos el cómo, y sabemos qué buscar. No dejamos que nuestra confianza y seguridad nos ciegue y no nos alerte cuando actuar ante el contrario.
Siempre debemos de buscar y conocer cómo opera el contrario; no debemos de perder la comprensión para distinguir la realidad, debemos de tener muy clara la línea ante la competencia.
Si ya libramos las telarañas del pasado, ahora es cuando debemos de aplicar los cambios que nos marca el mercado presente. Si nosotros evolucionamos, nos damos cuenta de que nada ni nadie permanecen estáticos, todos avanzamos.
Debemos de ser constantes, forzarnos a nuevas direcciones, no repetir métodos trillados, aun cuando impliquen riesgos. No debemos de permitir líneas estáticas de acción, sino al contrario, debemos de provocar acciones fluidas, de movimiento constante. Con esto, desconcentramos a la competencia, pero también, cubrimos las expectativas de nuestro cliente, nuestro mercado, ya que nos adaptamos al presente, a sus necesidades actuales, sin perder nuestra personalidad, nuestro factor que nos hace únicos, conservando nuestra personalidad de líder.
Como sabemos, nuestra estrategia está con base en nuestra visión, y perfectamente alineada en el camino hacia nuestro futuro proyectado.
Son pocas las empresas o sus directivos los que reconocen que las estrategias deben de empezar en ellos mismos, tanto como personas como ejecutivos. Y es muy difícil que aquellos directivos que están involucrados y enfrentando el día a día, que sus esfuerzos van dirigidos al éxito de su marca o servicio, piensen siquiera en métodos o riesgos; tienen el factor tiempo y rápido como único motivador.
Es entonces cuando nuestro papel como Coach de Negocios es fundamental, por lo que es requerido. A menudo, una opinión externa es más objetiva, está enfocada, no en el diario, sino en la estrategia global; el papel del Coach es llevar a todos al espejo y ver la realidad, no el espejismo o lo que ellos están acostumbrados a ver.
La mayoría de las personas sabemos que existen estrategias, todos las conocemos, por instinto, por estudios, por experiencia. El problema radica que necesitamos un factor que nos enfoque, que nos centre y que no permita que desviemos el camino. Este factor muchas veces se logra a través del Coaching Estratégico. Y una vez cumplido el objetivo, pasar al plan de acción.