Bases del liderazgo: Comunicación y principios
Con este escrito no pretendo desarrollar nuevas teorías o principios sobre Liderazgo; más bien, intento resumir en algunas líneas enseñanzas de grandes líderes y expertos en las relaciones profesionales y humanas, comunicando así todo un conjunto de ideas, expresadas desde un punto de vista práctico y aplicable en nuestro día a día.
Hoy, vivimos en un mundo rápido, que desarrolla tecnologías y elementos a gran velocidad, nuestra sociedad y civilización sufre cambios trascendentales todos los días; nuestra capacidad de asombro está llegando a límites nunca antes experimentados; nuestra capacidad de tolerancia hacia situaciones extremas ha logrado una elasticidad jamás imaginada…
Es por todo esto, que hoy recuerdo aquella historia de Lewis Carol, “Alicia en el País de las Maravillas” en donde expresa: “SI NO SABES A DONDE VAS, ENTONCES… CUALQUIER CAMINO TE LLEVARÁ ALLÍ”
Cuan ciertas resultan estas palabras, que ilustran claramente lo que sucede cuando nos encontramos inmersos en la vorágine del día a día, y perdemos de vista, o peor aún, no conocemos nuestros objetivos o los de aquellos que nos rodean; caemos en laberintos, situaciones difíciles, nos ubicamos en los lugares equivocados, y muchas de las veces, nos encontramos en momentos muy desagradables.
¿Qué sucede? ¿Qué nos ha llevado a esta situación?
Desde que inició la Humanidad, el Hombre siempre ha buscado grupos, y dentro de ellos, por inercia, siempre hay un individuo dentro del mismo que toma la responsabilidad de su dirección y guía; y siempre ha contado con un grupo de seguidores que lo apoyan y comparten su liderazgo.
Hoy en día, el concepto de liderazgo continúa en principio bajo esta norma, pero nuestra sociedad exige congruencia y constancia en el ejercicio de esta función.
El objetivo del liderazgo es “transformar” a la gente y a las organizaciones en el sentido literal del término: cambiar sus mentes y sus corazones, ampliar su visión, su intuición y su comprensión; clarificar los fines; hacer que el comportamiento sea congruente con las creencias, principios o valores y motivar cambios permanentes que se perpetúen a sí mismos y generen un impulso
Un líder puede ser un catalizador del cambio, un “transformador” en cualquier situación y organización. Muchos objetan que ese cambio lleva una eternidad, pero es asombrosa la rapidez con que esas personas comienzan a influir sobre un pequeño grupo y se expande luego por toda una organización o sociedad
Pero ejercer el difícil arte del liderazgo exige como base esencial siempre una constante: COMUNICACIÓN.
Nunca este concepto fue tan evidente como lo es en la actual sociedad de los correos electrónicos, mensajes de voz e internet, comunicaciones móviles en celular o computadoras portátiles, prensa, editoriales, programas informativos y de opinión en radio y televisión, donde la sobrecarga de información es la norma.
Para ser un líder efectivo se debe ser capaz de comunicar su visión, pensamientos e ideas en una manera que produzca los mejores resultados.
Primero, hay que crear una VISION: es la base de todo estratega o líder, pero, si no la comunica, es como si no la tuviera.
Comunicando la visión le dice a su organización o grupo donde desea dirigirla, está facultando a aquellas personas que trabajan para el líder a tomar decisiones y a ser dinámicas en lugar de estáticas.
Esta comunicación debe de ser clara, específica y expresada en forma en que todo aquel que la escuche le sea comprensible, factible, y sobre todo, realizable.
No hay nada más triste que una buena idea no pueda ser llevada a cabo porque el proyecto no se supo aterrizar debido a una mala comunicación. O peor aún, que busque una forma de comunicación que provoque conflictos, altere conciencias o lleve a provocaciones; este liderazgo refleja claramente intereses ajenos al grupo o sociedad, y puede caer en la manipulación.
Una vez que se establezca la meta, y estemos seguros de la aceptación y comprensión de todos los participantes, es importante la retroalimentación; no hay nada peor que tratar de hacer un trabajo y tener que lidiar con la falta de dirección y guía, que provoca errores, desavenencias en los integrantes del equipo, retrasos, repeticiones, etc., causada por una falta de comunicación tardía o incorrecta, siempre se debe ser específico y directo.
La comunicación debe ser bidireccional: Ahora que se tiene la visión, es hora de recibir la información y escuchar, estando abierto a cambios, sugerencias y mejoras.
Un medio fundamental en la comunicación del líder es estar sobre el campo, y estará mucho más informado cuando participa en situaciones sobre el terreno, brindándole sintonía con su personal y/o sus problemas. Después de todo, si no conoce los intereses de su equipo, no podrá ofrecer soluciones, y sin solución, la productividad y calidad se desploman
Hoy en día, la falta de verdaderos líderes nos lleva a retomar la búsqueda de personas que reflejen en su visión los principios esenciales de la Humanidad; no son exclusivos de alguna religión, país, o sociedad, son evidentes por sí mismos, existen en todos los seres humanos, sin importar su entorno:
Rectitud, base de la equidad y justicia
Integridad, honestidad, cimientos de la confianza
Dignidad humana, todos somos iguales, con los mismos derechos, libres
Servicio, calidad, excelencia
Potencial, todos podemos crecer y desarrollarnos
Crecimiento, el proceso de liberar potencial y talentos
Paciencia, educación, estímulo
Los principios se aplican a personas, familias, empresas, organizaciones, gobiernos. No confundamos los principios con valores, son directrices para la conducta humana que han demostrado tener un valor verdadero, permanente. Son evidentes por sí mismos.
El líder está consciente de sus principios, por lo tanto en mayor grado podrá asumir la responsabilidad de ellos, examinarlos, someterlos a la prueba de la realidad, escuchar a los otros y estar abiertos a sus percepciones, con lo cual logrará un cuadro más amplio y una modalidad de visión mucho más objetiva. Todo aquel que aspira a cambios significativos y trascendentales, equilibrados, tiene que trabajar sobre sus principios básicos.
Los líderes se concentran en la visión general de la organización, en los movimientos estratégicos, sus seguidores lo apoyan y ayudan a otros a cumplir su rol dentro de la visión; los líderes establecen la visión, los gerentes colaboran para que se aplique. Los líderes crean valor para la organización, los gerentes crean valor para el individuo.
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Daniel Goleman/1995/Javier Vergara Editor/Ediciones B de México
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